Sport center embargado


Cerrado y embargado desde 2009 por causa de impagos, este gran complejo deportivo de 12.000 m2, cuenta con tres pistas cubiertas de padel, tres pistas de tenis exteriores y dos interiores, una zona infantil, una sala de fitness, cuatro salas de actividades y una piscina cubierta con vestuarios y dos jacuzzis.
La gente del lugar aun se cuela en el recinto para usar las pistas exteriores de padel, que se conservan perfectamente gracias al mantenimiento que le dan. Las demás zonas están en completo desuso, haciéndose notar cada año su deterioro.
Hoy en día apenas queda nada de esto..

























La casita azul


De camino a otro destino, se cruzó esta pequeña casa, que vista desde fuera no es que llamara mucho la atención pero al adentrarse fue toda una sorpresa. Además de su antigüedad, la casa estaba apenas intacta.
Ojeando algún periódico del 85 que por allí se encontraba, se deduce que la vivienda fue habitada más o menos hasta ese año y tras la marcha de sus dueños quedó en desuso.
Tiene tres pisos, el bajo, que seguramente fuera la antigua cuadra para los animales, lo usaban como bodega y espacio para guardar cosas. El piso principal, con dos habitaciones, dos luminosas galerías, una cocina, un baño y un elegante salón. Y el piso superior usado como fallado.
Lo más destacable de la casa es el salón, con vidrieras de colores en lo alto de las puertas y ventanas, tapizados azules, logradas molduras en el techo de madera, una lámpara de araña.. aunque quizás se echan en falta los cuadros en las paredes, quien sabe porque ya no estaban..

























La conservera animada


Esta enorme conservera fue inaugurada en 1941. Ocupaba 20 hectáreas de terreno y un kilómetro de costa, siendo en su época la más grande de Europa.
Contaba con una zona para la fabricación de envases y otra para el procesado y enlatado de pescado. Además, tenía almacenes, oficinas, un taller mecánico para la reparación de barcos, una propia central eléctrica y una zona de fabricación de hielos, harinas y aceites de pescado. También contaba con instalaciones para los trabajadores, como una hospedería, comedores, viviendas y una guardería.
Cerró en 1993 a causa de la muerte de su fundador y la crisis del sector.
Después de más de 20 años abandonada, aun se puede contemplar su enorme estructura. En su interior, donde antes había extensas mesas con trabajadoras enlatando sardinas, ahora guardan todo tipo de trastos, vehículo de servicio municipal, viejos coches ya desguazados o unas carrozas animadas de a saber que año. Algo impactante fue ver unos restos de huesos de ballena, el más grande de unos tres metros de largo y el tronco de las vertebras de más de medio metro de diámetro.