Gran circo-teatro


Esta gran sala de conciertos fue inaugurada a finales del siglo pasado. Fue escenario de eventos culturales como obras de teatro, conciertos o conferencias hasta su cierre, hace ya una década. Desde entonces, aunque no lo parezca, el edificio está en el olvido y abandono.

Su aspecto exterior no llama mucho la atención pero una vez dentro, es impresionante. El techo es una inmensa carpa que cubre todo el recinto, protegiéndolo bien de las adversidades. El interior se conserva perfectamente, con los focos y altavoces aun en su lugar, parece que no han movido nada tras la última actuación. 

Hoy en día el edificio se encuentra en plan de rehabilitación pero ya se sabe lo que se alargan estos proyectos. Mientras, todo se irá degradando, cada lugar a su ritmo.

















La gravera del monte



Esta gravera tenía la función de extraer, moler y separar los materiales extraídos del suelo montañoso. Principalmente arenas o gravas. Los materiales eran transportadas en vehículos de gran tonelaje hasta aquí. Una vez depositados en silos, una serie de cintas transportadoras hacen separar y clasificar los elementos según su tamaño para luego ser vendidos en el sector de la construcción.

Así funcionaba esta gravera hasta hace varios años, cuando la crisis de la construcción forzó a cesar su producción.

Tras años sin actividad, la naturaleza va recobrando su terreno. Varios de los camiones y excavadoras aun quedaron en el lugar, como si la jornada laboral continuara algún día que nadie sabe si llegará. Tierra estancada, agua de lluvia y sol hace brotar malas hierbas por todos lados y la maquinaria ya se encuentra bastante oxidada.