Esta gran sala de conciertos fue inaugurada a finales del siglo pasado. Fue escenario de eventos culturales como obras de teatro, conciertos o conferencias hasta su cierre, hace ya una década. Desde entonces, aunque no lo parezca, el edificio está en el olvido y abandono.
Su aspecto exterior no llama mucho la atención pero una vez dentro, es impresionante. El techo es una inmensa carpa que cubre todo el recinto, protegiéndolo bien de las adversidades. El interior se conserva perfectamente, con los focos y altavoces aun en su lugar, parece que no han movido nada tras la última actuación.
Hoy en día el edificio se encuentra en plan de rehabilitación pero ya se sabe lo que se alargan estos proyectos. Mientras, todo se irá degradando, cada lugar a su ritmo.