La casa centenaria


Nos adentramos esta vez en una casa de comienzos del siglo XX, parada totalmente en el tiempo.

En ella vivió un matrimonio con al menos dos hijos. Uno de ellos licenciado en medicina y otro en derecho.

Como siempre, el abandono de la vivienda es siempre un misterio, aunque lo más probable fuera el fallecimiento de algún miembro de la familia. Lo cierto es que visto varias fechas se confirma que nadie habita en esta casa desde 1998. El mobiliario es todo antiguo, lleno de vajilla, libros, ropas y otras pertenencias. 

Lo que más me llamó la atención de esta casa fue su distribución y la escalera de madera que da acceso a sus tres plantas. De lo más extraña pero bonita. El bajo era comercial y quizás hubiera otro salón, estaba cerrado, fue inaccesible.

En la primera planta estaban las tres habitaciones, bien grandes, la cocina y baño, enanos, y el salón-comedor, quizás la zona más elegante de la casa. Con la maquina de coser, televisor antiguo, muebles distinguidos y cuadros religiosos, como no.
























El colegio militar


Nos adentramos esta vez en las entrañas de un colegio militar abandonado desde hace casi veinte años.
Tiempo suficiente para convertir todo como en un territorio apocalíptico. Con techos y paredes desgarradas. La madera es el material más perjudicado, con hongo y humedad, descomponiéndose por todos lados. El hierro oxidado y el cemento agrietado. En plan Pripyat.
Notas el paso del tiempo en cada pasillo y aula de estas escuelas. De entre el silencio, solo se escucha algún goteo, ruidos extraños del crujir y batir de ventanas abiertas, los pájaros del exterior..  el eco de todo hace de este lugar aun más desolador.
Por estas aulas han pasado muchos alumnos, que no solo aprendían a montar y despiezar aparatos electrónicos, sino a base de disciplina, el valor del compañerismo, la amistad y el sacrificio. Eso relataron muchos antiguos alumnos que hoy en día ven morir lentamente las aulas donde antiguamente se formaron.








































La casa decay


Ya casi camuflada entre las zarzas, resiste con el paso de los años esta casa con aspecto decadente, abandonada desde hace más de veinte años. No esperábamos gran cosa en su interior, el aspecto era demasiado ruinoso por fuera, con puerta y ventanas abiertas de par de par, pero dentro milagrosamente guarda bien parte de su pasado. 

Camas y muebles aun permanecen en su lugar, pero también numerosos objetos de la época como baúles, varias radios antiguas, un televisor o retratos familiares.

Como es obvio, las humedades y el paso de los años afectaron gravemente a todas las habitaciones. Las zarzas penetran por las ventanas y el verdín se apoderó de muchas zonas de la casa, dándole ese aspecto decadente que tanto nos gusta.