La villa de la escalinata

 

Por tierras norteñas merecen un reconocimiento la cantidad de casas y chalets de estilos distinguidos, muchos de ellos en triste estado de abandono. Lugares que, para unos más que otros, llaman la atención al volante.

Os presento una de estas casas singulares, de la que forma parte del patrimonio de la localidad.

Una villa de estilo neoclásico que data de finales del siglo XIX, concretamente del año 1865. Fue proyectada como sanatorio por un afamado doctor que posteriormente ejerció como alcalde. Entre otras, se decía que el doctor era un experto en la curación de la epilepsia administrando un tratamiento especial y propio a sus pacientes (leche entera Dia no es, guiño a quienes estuvieran por allí) 

En 1933 el sanatorio fue convertido en vivienda particular del doctor. En la que destaca su torre de cubierta plana con azotea y balaustrada. Leí que desde este torreón, se izó la bandera republicana, que por aquel entonces representaba al estado español.

Tras más de treinta años de abandono, el lugar resiste como puede ante el paso de los años, sin vida pero cargado de historia. Parte de la vivienda ya se ha desplomado y la parte que resiste, va peligrando cada vez más. 
Frente a la casa, al otro lado de la carretera y también en ruinas está la antigua casa y molino del servicio.
La vivienda tenía un bonito patio interior, rodeado de galerías en las que ahora se adueña la naturaleza.


Ya no existe escalera para acceder al primer piso, por lo que llegar a la zona del torreón es toda una odisea.
Es increíble que a pesar de que el lugar esté destartalado y contando sus últimos años de vida, aun se pueda apreciar lo bonitas que eran sus estancias. Una bonita luz entraba por las vidrieras de colores iluminando la escalera de caracol que da acceso a sus tres pisos. 
Como en cada lugar al que visitamos, quisiéramos retroceder en el tiempo para verlo habitado, en su mejor estado y apreciar la vida de aquella época.


 



















3 comentarios:

  1. Se llama la Torre de Borrás, procede de una familia catalana que se asentó por el lugar, aún hoy se recuerda como "El camino del catalán", uno de sus hijos construyó este sanatorio, y otro la que es conocida como "La casa de la florista", muy bella también, a escasos 500 metros

    ResponderEliminar
  2. Gracias por la info! :D hay casas maravillosas por esa zona

    ResponderEliminar