Desde su asentamiento romano, las aguas termales de esta localidad han sido utilizadas para el beneficio humano.
A comienzos del siglo XX, se creó este proyecto empresarial que conformaba un hotel balneario y la explotación industrial de dichas aguas para la fabricación de jabón y sales.
Sus propiedades eran beneficiosas para el tratamiento de la piel y la curación de numerosas enfermedades. La gente se aprovechó de este balneario durante los sesenta años en que estuvo en funcionamiento. En 1970, el pequeño hotel de veinte habitaciones fue comprado y pasó a ser transformado en un lugar de veraneo familiar. No duró muchos años con esta nueva vida, pronto cayó en manos municipales con un nuevo proyecto que nunca se llegó a realizar.
Desde hace más de veinte años, el balneario transformado en villa, permanece en el abandono, y como veréis, con bastante mobiliario en su interior y aun la esencia del antiguo hotel, con un salón-galería de lo más decadente.
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