Galicia es una comunidad llena de lugares abandonados. La historia se repite, llegamos a un pueblo en el que poco a poco queda menos vida. La gente se muda a la ciudad y las casas del pueblo van cayendo en el olvido.
Como veréis en esta casa, las zarzas invaden todo el jardín exterior hasta penetrar las ventanas del segundo piso. Los años de abandono pesan sobre estas paredes llenas de recuerdos.
Parece que sus antiguos propietarios han dejado todo olvidado, recorrer el interior de esta vivienda fue como retroceder treinta años al pasado.
Como es habitual, había cantidad de figuras religiosas por toda la casa. Había objetos muy antiguos que llevaban mucho tiempo sin uso, ropa enmohecida, revistas franquistas, cuadros, vajilla y hermosos muebles pudriéndose con el largo paso de los años.
Cuántas vueltas habrán dado las manecillas del reloj de pared, cuanta madera se habrá quemado en la cocina de leña, cuantas historias se habrán vivido bajo este techo.. Esta casa trasmite nostalgia, tristeza y todo el misterio que siempre guardan estos lugares.
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