El pazo podrido

 

En ruta por la Galicia profunda nos encontramos con otro pazo en estado de abandono. Son muchos los pazos en este pésimo estado, y es que los tiempos han cambiado y con ello la forma de vida. Lo que provoca en la mayoría de lugares la causa del abandono.

Este pazo ha sufrido alguna reforma con la intención de ser vendido de una manera más viable, ya que su estructura está en pésimo estado. Tras muchos años a la venta y más aun en estado de abandono, parece que todo sigue olvidado. El patio central es un zarzal que alcanza el tejado. Uno de los techos se ha derrumbado y cada año peligra más toda la estructura. Recorrer su interior fue toda una osadía ya que en todo momento se veían agujeros en el suelo, contemplando la bodega a tres metros de caída. Solo sobre las vigas principales podíamos movernos de forma segura. Ante todo la prudencia va antes que la fotografía. 

Lo que es increíble, es que a pesar del mal estado de todo el pazo, aun conserve mucho de su mobiliario. Podrido y decadente, pero fotogénico para lo que buscamos. En algunas habitaciones había incluso cartas y documentos de lo más antiguos. Indagando, conseguimos averiguar que el pazo perteneció a un importante notario de la provincia. En los documentos, escritos a pluma datados del siglo XIX, se podía apreciar autorizaciones jurídicas de terrenos y otras funciones ante diferentes entidades que parecían ser de buena categoría. Quien pudiera retroceder en el tiempo y conocer verdaderamente la historia de cada lugar.





















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