La casa del cura

 

Hoy os muestro un reportaje que realicé en 2019 en una casa abandonada en el interior de Galicia, donde podemos encontrar lugares más intactos, lejos de la civilización.

Esta casa pertenecía a un cura, que tras su muerte hace más de veinte años ha quedado abandonada. Tras unos años de abandono y sin conocer la causa, sufrió un incendio que calcinó algunas de sus habitaciones, dejando el resto de ese piso de vivienda totalmente negro debido al humo provocado por el incendio.

La casa es bien grande, con dos pisos de vivienda llenos de mobiliario y objetos antiguos que han quedado allí a merced del paso del tiempo. Todo ya bastante revuelto debido a gente que seguro que ya ha robado cosas de valor. 

Además, para nuestra sorpresa, la casa contaba con una antigua tienda de calzados para niños, con todas las cajas y zapatitos allí dentro, sin estrenar y bien guardados sin nadie que los haya recuperado. Además de numerosos objetos religiosos, había de todo por todos lados. Desde una colección de latas de los años noventa, hasta un traje militar o dos floretes de esgrima. 

En el bajo/garaje de la casa y en el jardín aun se pueden encontrar dos coches de aquella época. Un Mitsubishi space wagon del 86 y lo que parece un Fiat también ochentero.

Con la cantidad de cosas que había, nos tiramos toda la mañana explorando y sacando fotos (la mayoría de las fotos están hechas con flash y de aquella manera, debido a la oscuridad y a la dificultad que tenía en aquel momento, más centrado en ver que en fotografiar).

Después de seis años vuelvo a revisarlas con algo de nostalgia y las publico en el blog. Que así a lo tonto ya tiene casi trescientos reportajes con diferentes lugares que vamos explorando desde que empezamos con esta incansable afición, hace ya diez años.














































El pazo de la fuente

 

Nos adentramos en los dominios de un pazo que durante el siglo XIX funcionó como una importante fábrica textil, inaugurada en el año 1844 por dos hermanos pioneros del sector. La vieja fábrica se dedicaba principalmente al trabajo con algodón, lana y lino. Los productos que más salían de su factoría eran velas para embarcaciones. La actividad no fue muy duradera y a comienzos del pasado siglo XX el edificio estaba ya en cierto estado de deterioro.

La fábrica estaba formada por tres edificios en un conjunto que incluía la zona residencial para los criados, una zona ajardinada, un palomar, un hórreo y una bonita fuente llena de detalles camuflada entre la naturaleza de la que doy apellido a este lugar.

Hoy el estado del edificio es bastante deficiente, con la vegetación siendo la dueña de las paredes y el poco mobiliario que le queda parece que está en el final de su vida. El ayuntamiento inició un proyecto en el año 2008 con el fin de reformar el edificio, pero nunca llegó a buen término y toda la estructura sigue siendo hoy día de propiedad privada desde el cierre de la actividad textil.