Quinta de la biblioteca

 

De nuevo por Portugal, tierra abandonada llena de lugares por descubrir. Paredes viejas, ventanas sin cristales, portones oxidados, vegetación salvaje y un abigarrado olor a urbex. La combinación perfecta para explorar y descubrir una vez más otra cápsula del tiempo, intacta desde el siglo pasado.

Esta es una quinta familiar muy antigua por la que ya han pasado varias generaciones, en la que se mezclan objetos más modernos con otros originales de la época de la casa. Se respira aire de nobleza, de gente pudiente de la época que se podía permitir esas grandes estancias, con altos techos, un refinado mobiliario y hasta su propia capilla.

Era alucinante entrar en cada estancia de la casa y ver todo lo que conservaba. En una de las salas, lo que parecía una biblioteca o sala de lectura, había guardados libros y manuscritos super antiguos, datados desde los años 1700 al 1990. También álbumes de retratos familiares con las primeras fechas del inicio de la fotografía, desde 1880 al 1900. Nos tiramos un buen rato observando sorprendidos todas esas reliquias, que se han conservado aquí guardadas durante tanto tiempo. Es verdaderamente impotente pensar qué final tendrá todo este lugar parado en el tiempo.

Uno se siente afortunado de poder estar ahí y sacar estas fotos que quedarán para el recuerdo de un lugar que parece estar destinado a morir.


























No hay comentarios:

Publicar un comentario