Vuelta a la mansión del médico


Después de un tiempo, era merecido volver a visitar esta lujosa mansión. Con el jardín mucho más descuidado, esta vez hubo que hacerse camino entre las zarzas para llegar a la fachada de la casa. Una vez dentro, algunas cosas estaban más revueltas pero en general seguía manteniendo esa esencia que noté la primera vez que entre en este lugar. Lujo y decadencia. Un lujo ostentoso y anticuado con grandes espejos, cuadros, cortinas o lámparas. Con una decadencia de años de abandono, olor a cerrado, papel de pared despegado, madera podrida o techos cada vez más desgastados.

Por esta casa pasó toda una generación de grandes médicos, usándose últimamente como residencia de verano. Con la muerte de uno de los hijos que la mantenía, la casa cayó en el descuido y posterior abandono. Lo sorprendente es la cantidad de mobiliario que guarda. Hasta las mesas, sillas y bancos de exterior, ahora apilados en el hall de entrada. Todas las camas de los hijos y nietos, en alguna habitación hasta tres y cuatro camas. Las bicicletas de la época en el sótano. Un pequeño altar con cantidad de figuras religiosas. Pero lo más sorprendente es el lujoso salón, el cual no le falta detalle. Es para sentarse y pensar que en un pasado donde ahora estas, tuvo una vida, personas reunidas tomando el té o dialogando cómodamente, cualquier cosa, pero dada su buena conservación, el respeto en estos lugares debe ser máximo.

Entrando desde móvil u ordenador podéis pinchar en cualquier imagen y acercar para verla con más detalle.







































5 comentarios:

  1. he ido y la entrada ya no esta disponible

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    1. Entre hace ya tiempo. Pues sinceramente mejor que ya no se pueda, todo es digno de conservarse. Un saludo

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  2. Yo he ido y la puerta esta reventada ya no se entra x arriba

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