Chalet portugués de 1921


De ruta urbex por Portugal, os muestro uno de los mejores hallazgos de este año.

No fue nada fácil adentrarse en los dominios de este lugar. Una vez en el recinto comprobamos que todo estaba super abandonado y podríamos estar tranquilos. Las zarzas invadían casi al completo los alrededores y solo un pequeño camino conducía hasta la casa. Parecía más pequeña a vista de Google maps pero una vez allí, nos sorprendió su gran tamaño, con grandes ventanales y hasta tres pisos de vivienda. En su jardín tenía piscina (ahora llena de ranas y verdín) y bastantes bancos camuflados entre las plantas que invadían todo el espacio, que además con los cantos de los pájaros parecíamos estar en una jungla autóctona portuguesa.

Una puerta rota nos dio el acceso a la casa y con mucha cautela empezamos a explorar todos sus rincones, fascinados de todo lo que aun albergaba. El piso principal estaba bastante diáfano, pero con muchos detalles, como revistas de moda de la época y juegos bien antiguos. El piso superior estaba intacto, con las habitaciones impolutas. Solo el paso del tiempo hizo degradar algunas de sus paredes pero no hay ningún acto de vandalismo que por desgracia se suele ver en este tipo de sitios. El contraste del descuido exterior de la casa con lo intacto de sus habitaciones llamaba mucho la atención. 

Se notaba que vivía una familia de dinero, el mobiliario era de la mejor calidad y eso se nota a la hora del desgaste por el paso del tiempo. No supimos con certeza el año de abandono de este lugar ya que había objetos más recientes contrastando con los antiguos, pero por la espesa vegetación hacía unos cuantos años que nadie transitaba por allí. Lo que si sabemos gracias a unos azulejos de su fachada es que la casa es bendecida en 1921.

Nosotros somos exploradores, no vándalos ni ladrones. Nos gusta conocer la historia de los lugares que visitamos y procuramos dejar todo tal y como estaba o incluso más protegido si fuera posible, por eso el respeto es máximo y solo nos llevamos las fotos que podamos sacar para dejar plasmado lugares con tanta historia destinados a perecer.















































La escuelita primaria


Viajamos de nuevo al pasado para adentrarnos en una antigua escuelita de barrio fundada en 1932.

Con la despoblación de las zonas rurales, poco a poco esta escuela y tantas otras edificaciones se fueron quedando vacías, sin apenas uso. Con la globalización, esta es la triste realidad de muchísimos pueblos.

Han pasado pocos años desde su cierre y posterior abandono, por lo que mucho de su material permanece revuelto en su interior.

Es una escuela pequeña, con solo dos aulas en las que parece que el tiempo retrocede a la infancia, cuando tus únicos problemas eran hacer los problemas de cálculo lo antes posible y que suene el timbre para poder salir al recreo.