La cafetería maloliente


Esta estilosa cafetería fue inaugurada a finales de los 80 con un gran éxito hasta finales de los 90. Tenía unas fabulosas vistas y una amplia carta de batidos y helados que gustaban a la gente. Con el paso del tiempo, se hicieron notar fallos en su estructura, además de complicaciones en las redes de saneamiento y abastecimiento. Finalmente fue cerrada en el año 2009 al caducar su concesión.
Ahora su interior es un horno. El sol pega constantemente en sus ventanales, por lo que la visita fue realmente acalorada y maloliente debido a restos de comida putrefacta y un pasadísimo tarro de lomos de bacalao. Acercarse ya a diez metros de ese tarro fue tarea complicada.




























El laboratorio


Este laboratorio, cerrado hace varios años, se dedicaba a analizar el aceite de las latas que le llegaban de varias conserveras.
Con el paso del tiempo, la lluvia y la humedad han inundado todo el suelo, ademas de formar peligrosas bolsas de agua en el falso techo a punto de caer. Con esta situación, cada año que pasa en este peligroso laboratorio se deteriora más su compleja maquinaria y se oxida poco a poco todo el material que dispone hasta que se derrumbe por completo.



































La casa del citroen


Esta pequeña casa consta de un salón, dos habitaciones, cocina, un cuarto de baño y un trastero.
En ella vivía un matrimonio mayor que a juzgar por los cuadros, tenían cinco hijos y cinco nietos. Ojeando folletos y algún calendario que allí se encontraba, la casa fue deshabitada hace doce años, quedando en su interior algún aparatejo interesante, y justo en la entrada un llamativo citroen palas del 77 que ningún hijo quiso heredar.