El cine de los graves


Este cine fue inaugurado en los años sesenta. En su época tuvo un gran esplendor, con estrenos muy populares en los que en aquellos tiempos era toda una atracción ver una película en la gran pantalla.

En su recibidor tenía la típica tienda de palomitas. Leí que comer palomitas en el cine fue una costumbre americana que nació en una época de depresión allá por los años treinta.

Esta sala cerró allá por el año dos mil a causa de la llegada de cines más modernos a la ciudad.

Es una pena que haya sido vaciada. Los proyectores fueron recuperados (no se a donde) y todas las butacas fueron vaciadas, aun que alguna queda apilada en su entrada.

Tras dieciocho años en total oscuridad, la sala vacía parece mantenerse perfectamente, mucho más grande de lo que parecía. Tras la gran pantalla, aun permanece el equipo de sonido, formado por tres grandes altavoces. ¡Soundsystem tope vintage! Parecía sentir aun el grave retumbando por toda la sala.







































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