Crítica Urbex

 

Esta publicación es necesaria. Una critica del modelo de urbex actual y del peligro que conlleva. 

Desde hace ya varios años la afición del explorar lugares abandonaos se ha masificado. Hasta el punto de convertir lugares por los que nadie había transitado en años en lugares de peregrinaje. Obviamente cuanta más gente se dedique a descubrir lugares, antes se revelan, serán más transitados y se irán degradando. Esto es algo que se suponía que iba a pasar y por tanto solo queda asumirlo.

Pero la critica no está en eso, sino en el poco respeto, en la facilidad para conseguir ubicaciones y en la exhibición de los lugares.

Sobre el poco respeto que tiene la gente hoy en día parece que tiene que ver con la educación y en muchos casos los lugares abandonados acaban en manos de jóvenes (hablando bien) que su único fin es mostrar en redes sociales y le dan cero importancia al lugar abandonado de turno en donde están. Pero como termina un lugar intacto en manos de unos niñatos (hablando claro)?

La facilidad para conseguir ubicaciones hoy en día es de lo más dañino para el urbex. Mismamente existen en internet páginas de compras de ubicaciones, pero no lugares cualquiera, sino lugares intactos de los que se debería tener el máximo respeto. La gente las usa y ellos mismos se denominan exploradores... Pero sin ir a estas páginas denunciables, lo que se lleva hoy en día es el intercambio y el boca a boca de los sitios. Yo te paso una a cambio de esta otra o te digo una ubicación buena pero no se lo digas a nadie. Errores que solo hacen destapar los lugares para convertirlos en romerías de falsos exploradores.

Lugares abandonados hay muchos al alcance de cualquiera, pero en su mayoría vandalizados. Recuerdo cuando empezaba a explorar que los primeros lugares a los que accedía apenas tenían nada y poco a poco fue cuando empecé a descubrir sitios mejores. Para encontrar lugares echábamos horas indagando por internet, mapeando en google maps y recorriendo kilómetros en búsqueda de abandonos, de los que muchos días te ibas de manos vacías, sin haber sacado la cámara. Ese sacrificio ya no es necesario.

Ahora una persona que lleva explorando apenas un año o dos ya tiene en su historial lugares increíbles pero todos sacados de la chistera. Y lo peor es que se creen los putos amos.

Ya finalizando critico también la finalidad que tiene la gente mostrando estos lugares tan sensibles en redes sociales, en plan exhibición. Todo el mundo sabe lo peligrosas que son las redes sociales para muchas personas, ya no hablando del urbex sino de salud mental, autoestima o ansiedad. La realidad no es de color de rosa como se pinta.

Pues el urbex en redes es igual de peligroso, empezando por la conservación de los lugares. El boca a boca de una ubicación es literalmente convertirla en una romería de gente. Y hay muchos exploradores que respetan, pero basta que un diez por ciento se la sude el sitio que ya terminan ellos de una manera u otra por fulminar el lugar.


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En el caso de esta bonita mansión, de una familia de médicos y abogados, se mantenía en perfecto estado hasta que se hizo viral en redes.

Recuerdo esa primera vez que accedí a ella por el balcón, su único acceso antes de que rompieran las ventanas. Era preciosa, mantenía todo en su lugar. Le hice un reportaje de fotos que nunca mostré, antes de que empezaran a ir otras personas por allí y las cosas se empezaran a mover de lugar. Poco a poco la casa se fue dando a conocer en el mundillo, llegando a manos de youtubers, filmaciones con drone donde se reconoce el lugar.. y finalmente en manos de ladrones, vándalos y niñatos.

Este triste final es cada vez más frecuente en lugares abandonados y por ello hago esta crítica que espero que sirva para poner en alerta la situación.

+Respeto +Explorar -Exhibir 

Advertencia: estas imágenes pueden herir la sensibilidad de los lectores.

Pd: encuentra las siete diferencias.


















































































































































La casa de los sillones


Si exploras Galicia profunda te puedes encontrar con lugares bien antiguos cargados de belleza y decadencia. Es el caso de este caserón del siglo XIX que tras muchos años de abandono sigue manteniendo su estilo.

Cuando recorres lugares así es inevitable imaginar como sería la vida en sus años de esplendor, con todo su mobiliario, su menaje y las cosas que ahora ya no están. Apenas unos sillones de cuero bien retro y ciertos detalles nos muestran la belleza que tenía esta casa.

Imaginaros la vida en esa bonita galería de madera, el sol sigue dando por las mañanas y el canto de los pájaros sigue sonando todos los días, en cambio ahora, solo habita el paso del tiempo. Poética situación.