Volvemos a una mítica localización del mundo de los abandonos gallegos.
La visitamos por primera vez en 2015, después en 2018 y ahora en 2024, nueve años después desde aquella primera vez. Los años pasan y todo sigue si cabe más abandonado, con partes de la estructura ya muy debilitadas se notan las diferencias con respecto a otros años y os lo voy a mostrar con este reportaje.
Se trata de un antiguo colegio religioso que posteriormente pasó a ser universidad.
Con la llegada de la guerra civil, el gobierno militar convirtió la universidad en un campo de concentración de prisioneros políticos y combatientes del ejército republicano, llegando a albergar a cerca de 3.000 presos. Al finalizar la guerra, el recinto volvió a ejercer de colegio religioso, pasando unos años difíciles, apenas sin recursos y con un temeroso pasado el complejo cayo en la decadencia a principios de los ochenta.
Con esta tremenda historia visitar este lugar es siempre algo emocionante. El inevitable paso del tiempo afecta cada año a su estructura y muchas zonas ya han sido derrumbadas, como el tejado del teatro o una parte de su preciosa galería de madera que bordea todo el patio interior, que siempre lo recuerdo una selva de zarzas.
En la primera visita recuerdo una estatua de una virgen en el medio del patio, que ya ha desaparecido con respecto a la segunda visita que hice. También la estructura del teatro, de la que ya solo queda una columna. Antes tenía algo de mobiliario, algunos pupitres y más cuadernos que poco a poco han ido misteriosamente desapareciendo..
Son más de cuarenta años de abandono y parece que todo sigue en el mismo plan, una absoluta pena que nadie haga nada por recuperar este lugar con tanta historia. Si las paredes hablaran, aquí tendrían muucho que contar.
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