Esta antigua quinta se compone de cinco habitaciones, salón, cocina, baño y una bodega en el bajo de la vivienda a la que fue imposible acceder.
La fachada fue reformada recientemente por sus propietarios, seguramente para dar una buena imagen tras ponerla a la venta. Nada mas entrar, el olor a cerrado y humedad del paso de los años era evidente. En su interior, sorprendentemente, conserva todo su mobiliario original. Suelos, camas, sillas, armarios, puertas… todo de madera, con bastantes antigüedades interesantes, como una maquina singer perfectamente conservada o un lavabo de la época.
Que bien se conserva ,buenas las fotos me gustan.buen trabajo en general X todos los reportajes.
ResponderEliminarMuchas gracias! Me alegra que te guste
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