Una vez realizada la exploración y el reportaje, como en muchos lugares, sales con una gran curiosidad de saber quien viviría allí. Pues bien, los vecinos de la zona son en muchos casos de gran ayuda. Al parecer este chalet pertenecía a una familia mejicana, compuesta por una pareja de abogados y tres hijas. La familia ganaba bastante dinero en Méjico y decidieron montarse este chalet en las costas gallegas. Aquí pasaban sus vacaciones hasta hace varios años. Parece que la vida les cambió de dirección, lo cierto es que se marcharon sin apenas enterarse los vecinos y nunca más se les ha vuelto a ver. El chalet es de nivel, tiene un mirador con unas vistas fantásticas además de un bonito jardín que ahora parece una selva. En el interior quedó prácticamente todo bastante bien conservado. Fijándose en los azulejos y varios detalles de la casa, la decoración es de estilo mejicana, quien sabe si todo lo han traído de allá y el valor que ahora tiene.
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