La quinta de mármol

Con un aspecto muy "portugués", esta quinta presentaba opciones de guardar mucho pasado dentro.

El único problema era la proximidad de una granja cercana, donde el ganado y el ruido del tractor sonaba casi en la finca. Tras pasar el portón de unos 5 metros de altura que daba al recinto, el camino parecía estar hecho entre toda la maleza crecida en muchos años, así que con mucho sigilo y poca dificultad entramos a la vivienda.

La quinta sería abandonada hace unos 15 o 20 años con muchas cosas de valor dentro pero como ya en alguna ocasión nos pasó, con casi todo el mobiliario guardado y arrinconado todo en una misma habitación, supongo que con el fin de proteger y conservar mejor el estado para una futura mudanza u obra del lugar. El resto de habitaciones estaban casi vacías. Lo cierto es que todos los techos tenían un bonito acabado y la zona de las escaleras era de lo más lujosa con esas paredes de mármol.

Parecía pertenecer a una familia adinerada de la época, que después de varias generaciones viviendo allí el lugar poco a poco fue cayendo en el olvido.