La casa de la motocicleta


Después de una larga mañana de urbex, una nutritiva comida de supermercado y una mala hora de la siesta, la aventura del día continuaba con otra exploración.

Tras un fracaso viene un éxito, me explico. Después de llegar a un posible abandono, este realmente no lo era o estaba muy bien cuidado, por lo que seguimos en ruta hacia la siguiente urbexparada.

Una casita de aldea con un terreno totalmente salvaje. Las zarzas engullían un hórreo y lo que parecía un lavadero. Una enorme higuera tupía una fachada de la casa. No voy a negar que pintaba muy bien y tenía ganas de verla por dentro. Tenía una ventana corredera abierta que daba acceso a un pequeño baño el cual ya me pareció muy bonito de fotografiar. De ahí ya dabas al resto de la casa, muy sencilla pero intacta, de las que recorres sabiendo que nadie ha transitado por ahí en muchos años.

Contrastanto varias fechas, deducimos que la casa llevaba sin uso desde principios de los dos mil, con objetos bastante curiosos que nos llamaron la atención. Como una antigua colección rigurosamente ordenada cronológicamente de revistas de humor y sexualidad, un montón de escritos a pluma de los años cuarenta o una vieja motocicleta super guapa.

Era una casita pequeña pero que nos entretuvo durante un buen rato fotografiando todos esos detalles, que hoy están pero mañana no. La historia que debe guardar un lugar así siempre debe ser triste, literalmente ves morir un lugar lentamente.

Esto es historia fotográfica de Galicia. Un traslado de época. Una escena que recordar.





























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