Este es otro ejemplo de hotel fracasado por la crisis económica y la fuerte competencia turística de la zona. En este caso, hablamos de un mega hotel de cuatro estrellas vandalizado ya tras sus 15 años de abandono. Además de sus siete plantas con 300 habitaciones, contaba con salas de conferencias, salas de fiesta, una sala de juegos con bolera, una discoteca y piscinas exteriores. Todo un monstruo de la hostelería derrotado económicamente. A día de hoy, el recinto de 7.000 m2 está en venta, con varios planes de remodelación.
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