Exploramos esta vez una casa de lo más antigua, abandonada ya hace muchos años. De la que poca cosa queda dentro pero gusta porque no tiene vandalismo.
Lo que permanece se le nota considerablemente el paso del tiempo, como los colchones de lana de la época y la escalera de madera, que aun se conservaba perfectamente.
Lo más interesante quizás sea su exterior, con un bonito balcón de piedra dando hacia las vías del tren del que aun se puede leer en la piedra "Villa Consuelo". Dueña de la casa junto con su marido, un famoso doctor de la zona.
Esos colchones de lana... Casi nada...
ResponderEliminarMe encantan esas casa que con casi nada te hacen volar la imaginación. Y que luz tan bonita pillaste, preciosa.