Este
elegante edificio, que bien se puede confundir con una casa indiana, fue
construido en 1919 como residencia de un emigrante Gallego que hizo fortuna en
América. Pocos años después pasó a las manos de dos prestigiosos doctores que
dedicaron el edificio a un sanatorio quirúrgico. Un sanatorio de alta categoría
según relata un anuncio de la época: “ Consta de cinco cuerpos, posee
confortables habitaciones, con luces al jardín, agua fría y caliente,
calefacción y salas de baño. Cuenta también con perfecta instalación para
operaciones sépticas y asépticas, esterilizaciones, curaciones, departamento para
rayos X, diatermia, fototerapia y todo cuanto pueda actualmente ser necesario a
la terapéutica quirúrgica a que se dedica” Es curioso leer lo que
antes se presumía de ser algo actual, y que en estos tiempos ya queda
anticuado.
El Sanatorio
corría a cargo de una comunidad religiosa franciscana especializada para dicha
asistencia, asesoradas siempre por un personal técnico interino.
Eran otros
tiempos y las instalaciones quedaban anticuadas, por lo que en los años 90 se
reforma con una renovación de la fachada e interiores, instalando un ascensor
entre otras cosas. Lo cierto es que todo el encanto que tenía antes el
edificio, se lo cargaron, como tantos otros edificios emblemáticos de la
ciudad.. lo de siempre vaya.
El fin de
este Sanatorio llegó comenzando el 2010, con la finalización del alquiler del
inmueble y la denegación de su renovación por parte de su propietaria. Al
tratarse de un centro privado, esta noticia no fue contada hasta el último
momento por lo que causó un gran enfado a sus 40 trabajadores.
En sus siete
años de abandono, el edificio quedó bien cerrado hasta el año pasado, cuando
empezó el vaciado de material, pero el proceso al cabo de un tiempo quedó
estancado y por consiguiente las puertas mal cerradas. A partir de ahí el
deterioro del edificio fue evidente. Después de varios robos empezó a ser
frecuentado por bastante gente, incluyendo a exploradores como nosotros, cosa
que aunque respetemos el lugar, la masiva entrada de gente nunca es beneficioso
para su conservación. Desde hace un tiempo ya vuelve a estar bien tapiado y a
la espera de algún comprador o reforma.
Esta primera
parte del reportaje esta centrada en su bonito pero triste exterior y primera
planta dedicada a urgencias, quirófanos y rayos X. El reportaje empieza con una
foto tomada en 2015, aun sin obras en el lugar.
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