Quinta polaroid


De vuelta en tierras Portuguesas, son muchas las zonas en las que abundan las casas con aspecto abandonado, muchas en venta y otras completamente olvidadas con el paso del tiempo. Ahí va una de tantas.

En un pueblo tranquilo, con pocos vecinos acechando, no fue difícil colarse en esta quinta. La típica portuguesa con una gran puerta de entrada, una pequeña capilla anexa a la vivienda y un par de palmeras en la finca.

Al parecer, pertenecía a una familia ligada al campo, o esa fue su última función, ya que el almacén y bodegas estaban repletos de utensilios de labranza, incluidos tres pequeños tractores pudriéndose con el tiempo.

Ya en la vivienda, se notaba el revuelto entre los armarios y cajones de la casa, además del notable deterioro en muchas zonas por la humedad y el paso del tiempo. Aunque fueron varios los detalles que llamaron la atención en esta casa. Guardaba algunos objetos hoy en día de estilo vintage pero que en su momento era lo que se usaba. Entre otros, una polaroid supercolor, una colección de vinilos o una cubertería de lo más curiosa.
Fue una pena quedarse sin batería en la cámara para mostraros la capilla de la quinta. Con el techo ya derrumbado pero el retablo y altar casi intactos, era una buena foto que quedará para una segunda visita.

Entrando desde móvil u ordenador podéis pinchar en cualquier imagen y acercar para verla con más detalle.























1 comentario:

  1. ¡Madre mia! ¡Que pasada de casa! Esa vieja ámara Polaroid está muy muy guapa.

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