Vuelta a la gran conservera


Sea el motivo que sea, si esta afición te gusta, volver a entrar en ciertos lugares siempre es emocionante. A veces encuentras rincones que aun no habías visto, que no te habías fijado o simplemente los ves de otra manera más cercana. Ahora bien, depende de su evolución no siempre es gratificante, ya que ves el degenere del lugar. El degenere ambiental o del paso del tiempo es el que nos gusta ver, pero no la degradación por causas humanas. Desorden, cristales rotos, pintadas o simplemente una lata de cerveza fuera de lugar... pierden toda la chicha del lugar. 

Bueno, después de esta reflexión, os cuento brevemente un poco de historia de esta enorme conservera para que entréis en situación. 
Fue construida en 1928. Producía todo tipo de alimento en latas de conserva. Sardinas, anchoa, mejillones, pulpo... toda la materia prima era descargada directamente de los barcos pesqueros a la fábrica. Una vez allí era procesada, analizada y enlatada para distribuirla por toda España. Fue una importante firma que permaneció durante muchos años siendo de alta calidad. Como tantas otras empresas, la crisis económica fue la impulsora de su cierre en 2010, dejando sin trabajo a más de 400 trabajadores. Tras su cierre, han sido muchas las protestas y vigilancia, no solo por sus instalaciones, sino por su lograda arquitectura industrial.

El lugar es enorme, estas son solo unas fotos tomadas en las oficinas, laboratorio y enlatado de las conservas tras la vuelta después de algo más de un año de la primera exploración. Podéis ojear las demás estancias y el contraste con la primera visita a la conservera a principios del 2017 siguiendo la dirección en enlace:
 1ªparte:

2ªparte:






Puesto médico:










El laboratorio:

















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